En qué consiste
Se trata de una terapia física que cada día se usa más en las sesiones de fisioterapia dada su eficacia para el tratamiento de enfermedades músculo-esqueléticas. Al principio esta técnica se utilizaba casi en exclusiva como un tratamiento para favorecer la regeneración del tejido óseo.
Estos tratamientos consisten en aplicar campos magnéticos variables de baja frecuencia e intensidad en una o varias áreas del cuerpo, para aprovechar así los beneficios que su acción puede provocar en el organismo.